¡Que los nervios no te controlen! Encuentra aquí las mejores técnicas y tips sobre cómo controlar los nervios y el estrés, y prevenir la sudoración excesiva por ansiedad, así podrás alcanzar el éxito en tus desafíos y vencer la conspiración del sudor.
La vida constantemente nos pone frente a nuevos desafíos y experiencias, ¡es parte de vivir! Ya sea el primer día en un trabajo, una presentación importante o una primera cita romántica, en cualquiera de estas situaciones, los nervios pueden conspirar en tu contra y hacerte sudar.
Los nervios que surgen en las primeras veces son una reacción natural del cuerpo ante lo desconocido y lo nuevo. Seguro los has experimentado más de una vez, son esos cosquilleos en el estómago, el ritmo acelerado del corazón y la mente que se llena de incertidumbre ante lo que está por venir.
Es importante reconocer que estos nervios no son necesariamente malos. De hecho, pueden ser una señal de que estás saliendo de tu zona de confort y creciendo como persona. Por supuesto, también es necesario aprender a controlar estos nervios para que no te paralicen o te impidan alcanzar tus objetivos. A continuación te daremos las herramientas necesarias para que los controles tú a ellos.
Tips sobre cómo controlar los nervios
Cuando te enfrentas ante situaciones nuevas o desafiantes, el cuerpo libera hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que pueden desencadenar la sudoración excesiva. Este fenómeno es conocido como hiperhidrosis emocional, y puede ser especialmente común en quienes se enfrentan a cosas por primera vez.
Aprende a mantener la calma y a prevenir la sudoración excesiva de tus manos con las siguientes herramientas:
1. Respiración profunda y consciente
Cuando te sientas abrumado por los nervios, tómate un momento para respirar profundamente. Los expertos de Healthline informan que los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a activar tu sistema nervioso parasimpático, que controla la respuesta de relajación.
El objetivo de la respiración profunda es concentrarte solo en tu respiración, haciéndola más lenta y más profunda. Inhala lentamente por la nariz, siente cómo tu abdomen se expande, y luego exhala suavemente por la boca. Repite este proceso varias veces para calmar tu sistema nervioso y reducir la ansiedad.
2. Ten un diálogo interno positivo
Antes de enfrentarte a una situación estresante, tómate un momento para un diálogo interno positivo; sí, hablar contigo mismo puede reducir significativamente la aparición de pensamientos negativos e intrusivos. Por ejemplo, en lugar de pensar “no puedo hacer esto, es demasiado difícil”, cámbialo por algo positivo, como: “esto es difícil, pero puedo lograrlo”.
Los expertos recomiendan hacer una lista de pensamientos negativos que se presentan a menudo y reemplazarlos por pensamientos positivos creíbles.
3. Practica frente al espejo